La poesía, Madre Santísima de la Luz
Por: Yorisel Andino
GIRA POÉTICA
15 Parada
Décimo quinta salida de la Gira poética por sitios patrimoniales
Templo de la parroquia de la Santísima Trinidad
Viernes 11 de agosto
10.00a.m
Poesía de Noel Pérez y Frank País García.
Poética visual. Reydis Zamora
“Ave María Gratia plena/ María, gratia plena/ María, gratia plena/ Salve, ave dominus/ Dominus tecum/ (…)
Por la blanda arena/ que lame el mar/ su pequeña huella/ no vuelve más/ un sendero solo/ de pena y silencio llegó/ hasta el agua profunda/ y un sendero solo de penas mudas llegó/ hasta la espuma”.
La melodía se refracta en los vitrales, circunda por los rostros atentos a las cuerdas del violín, pacto de silencio: ventanales, rejas, portones, parque contiguo al templo, el árbol cede su regencia durante los próximos minutos.
La Madre Santísima de la Luz, patrona de ciudades y puertos, escolta al poeta, Noel Pérez es uno de los bendecidos por estos contornos. La parroquia que acoge su verso atesora el cuadro realizado en 1787 por el santiaguero Manuel Tadeo Chirino Grillo para uno de los altares. La pieza, exponente del arte sacro barroco de la Isla, es considerada un hito caribeño dentro del patrimonio inmueble de los templos cubanos. Esta mañana palabra, música y lente se acomodan en el regazo de la virgen. Patrona de los fareros, ¿qué es la poesía sino también la luz?
Desde la Casa Museo Frank País llega una de sus especialistas con la presentación “De mi alma un instante”, volumen contentivo de los poemas y dibujos de Frank. Pareciera ella una de aquellas muchachas cautivadas por los encantos atribuidos al joven y nos conversa con pasión sobre su inclinación por las artes y en especial por sus gustos musicales y la poesía amatoria.
A la invitación de Noel, Lázaro Rivaflecha ha llegado para compartir el faro con la juventud de sus años y poesía, en evocación al espíritu con que escribiera País García.
“Ave María Gratia plena/ María, gratia plena/ María, gratia plena/ Salve, ave dominus/ Dominus tecum/ (…)
Sabe Dios qué angustia te acompañó/ qué dolores viejos calló tu voz/ para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas/ la canción que canta en el fondo oscuro del mar/ la caracola”.
Los pregoneros, la torre, el cielo, el vitral, la Virgen de la Luz, la Caridad al otro lado, el pincel, los vecinos y la poesía de vivir, el jolgorio de los niños en el parque, Cortázar, nosotros quebrando el aire.
Te quiero loco, Frank y Noel interceptan palabras que hablan de uno y otro, la plateada prosa, el raro presentimiento de morir, perlas raras cuando 1956 y septiembre parecen remotos y sin embargo, tan repetible el eterno temor de que un hecho fortuito venga.
“Tensión,
angustia,
sobresalto,
miedo”
Tan cerca de dios y tan lejos de Vallejo, Noel concede once años de propina, de esa tristeza común y “las masas que otra vez siguen muriendo” cuando él es “apenas un hombre con un libro a cuestas”.
“Ave María Gratia plena/ María, gratia plena/ María, gratia plena/ Salve, ave dominus/ Dominus tecum/ (…)
Te vas Alfonsina con tu soledad/ ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?/ Una voz antigua de viento y de sal/ te requiebra el alma y la está llevando/ y te vas hacia allá como en sueños / dormida, Alfonsina, vestida de mar”.
Vivir no es necesario, lo necesario es crear, eso dicen los poetas.
Tomado del muro de Facebook, de la Gira Poética












