Omar Argüello: «La virtud del escritor es saber retroalimentarse con los aportes de los demás»

Antes que todo, quisiéramos conocer brevemente quién es Omar Fernando Argüello

Soy argentino, vivo en La Calera, a 20 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Tengo 51 años y me desempeño como profesor de Lengua y Literatura en dos colegios secundarios. Casado, con dos hijas adolescentes. Escribo desde siempre, aunque durante muchos años “abandoné” el hábito de hacerlo. Error que corregí en estos últimos tres años en los que he retomado la escritura en forma constante…

¿Cómo conoce sobre el XXI Concurso Literario Viña Joven y qué lo anima a participar?

Leí las bases sobre el concurso en http://www.escritores.org, de donde saco la información sobre la mayoría de los concursos en los que participo. Me anima el hecho de ser reconocido, de mostrar lo que escribo. La participación en cada uno de los concursos se presenta como una oportunidad para crecer y mejorar.

Fotografía Omar Argüello

Omar Fernando Argüello. Segundo Premio del XXI Concurso Literario Viña Joven. Foto: Cortesía del entrevistado

Dentro de su recorrido literario, ¿cómo valora el reconocimiento que se le hace en esta edición del XXI Concurso Literario?

Este premio se valora muchísimo, porque es un reconocimiento a una labor muy ardua y que reporta pocas satisfacciones. La virtud del escritor es saber retroalimentarse con los aportes de los demás, corregirse una y otra vez y nunca conformarse con su obra, por más que le parezca perfecta. Un premio es un indicio de que se va por la buena senda y una certeza de que los objetivos están cerca o que son posibles.

¿Qué referentes literarios conforman al escritor que es Omar Fernando Argüello?

Soy de leer mucho, aunque no siempre es Literatura. Trato de actualizarme por mi trabajo e incorporar las innovaciones, aunque me considero más afín a lo tradicional. Me gustan los documentales históricos, sobre todo los que tratan los conflictos sociales o militares, por lo que tengo cierta debilidad por las novelas históricas. Los clásicos siguen cautivándome y cada tanto releo alguno.

No tengo una referencia fija en cuanto a una conexión entre la literatura y mi escritura, aunque debo reconocer que Edgar Allan Poe, los “Cuentos fatales” de Leopoldo Lugones, la “Antología de la literatura fantástica” de Silvina Ocampo, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares o cualquier obra perteneciente a la literatura fantástica, que es la que más me apasiona, están entre mis preferencias.