Recibe Olga Portuondo Placa Conmemorativa del Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonia María Claret (CCAM)

De manos del p. Juventino Rodríguez Pérez, cmf, director del Centro Cultural, y de Mirtha Clavería Palacios, directora de la revista Viña Joven, la historiadora Olga Portuondo recibió la Placa Conmemorativa del CCAM, como reconocimiento a su persona y en agradecimiento a la relación que ha sostenido durante años con la institución cultural.

La entrega tuvo lugar como parte del habitual espacio El patio de los Sueños, conducido por el poeta José Orpí, que en esta ocasión tuvo el honor de contar como invitada con la también Premio Nacional de Historia y Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas.

Entrega placa CCAM a Olga Portuondo

Mirtha Clavería explica los motivos que hacen merecedora a Olga Portuondo de la Placa Conmemorativa del CCAM

No fue una jornada más. El Patio coincidió en esta ocasión con la conmemoración del 150 aniversario de la muerte de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria; de quien Olga se reconoce admiradora, sobre todo, comentó, porque fue el primero que rompió con una tradición de enfrentamiento a la colonia, y creó el camino para la construcción definitiva de la Nación.

Precisamente sobre la historia patria, pero también esa historia local, santiaguera, que ha motivado el interés profesional de Olga Portuondo, se conversó en el Patio de los Sueños, que para la ocasión contó con una breve muestra bibliográfica de la amplia obra de la invitada. Entre esos títulos, se dedicó un espacio especial a La Virgen de la Caridad del Cobre: símbolo de cubanía, libro que ya cuenta con siete ediciones, y que es una muestra de ese interés de la autora por acercarse a aspectos poco tratados dentro de la historiografía contemporánea cubana.

Fue, la tarde de este martes 27 de febrero, otro buen ejemplo de la importancia de un espacio como El patio de los Sueños. Acercar a la comunidad a personalidades de la cultura, la iglesia, la intelectualidad cubana, y permitirles conocerlos, intercambiar con ellos, agradecerles por su obra. Y así sucedió. Varias personas del público agradecieron públicamente a Olguita, como se le conoce habitualmente, su labor como historiadora de la ciudad —denominativo que, según confesó, le llena de orgullo—, sino el ser una persona tan cercana, tan accesible.

Patio de los Sueños

Vista de El Patio de los Sueños

Fue una tarde de sonrisas, porque Olguita demostró un muy fino humor; fue una tarde de agradecimiento; incluso, una tarde que generó expectativas por el anuncio de nuevos proyectos de libros de Olga, ya en camino editorial, que prometen enriquecer una de por sí ya extraordinaria bibliografía.

Y con una invitada tan cubana como Olga, la música no podía sino sumarse al homenaje. Así, el dúo Voces Latinas deleitó con temas de Teofilito, Sindo Garay y Miguel Matamoros. Y el público, y Olguita, coreó la cubanía de esas letras, y poco importó que todo hubiera transcurrido en medio de un apagón, y terminado bajo una sorpresiva lluvia de febrero.