«Cartas de una madre», en el Centro Claret
Cada domingo, durante quince años, Olga Villegas escribió una carta. Sin saber si llegaría, si se extraviaría en los buzones de la política, sin recibiría respuesta, Olga escribió de su vida diaria; la vida de una mujer cubana en la Cuba de los noventa. Cada domingo Olga Villegas complementó la ausencia de un hijo escribiéndole de cómo hallaba razones para seguir adelante y aconsejándole desde su experiencia y sus lecturas, cómo seguir siendo un hombre de bien.
Desde 1991 hasta el 2006, Olga se convirtió en la cronista de una época, de una historia aún por escribir. Solo su muerte, en agosto de 2006, truncó la rutina que le había permitido estar más cerca de ese otro trozo de su corazón.
La épica intimista de Olga la conoció el mundo gracias al periodista y radialista Juan Carlos Roque, cuando la contó desde Radio Nederland, como parte de un ciclo de documentales sonoros sobre la familia. Más tarde, ese espíritu inquieto que es Roque, decidió contarla desde el audiovisual, al realizar el documental Cartas de una madre, en el que se recrea, en breves minutos, esa relación epistolar entre una madre en Cuba, y su hijo en Estados Unidos.
Y fue precisamente su autor quien nos permitió disfrutar de este material, al presentarlo el pasado jueves 28 de marzo en el Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret.
En apenas quince minutos logra Roque contar quince años de perseverancia, de amor. Quince años de cartas que luego fueron recogidas, gracias al estímulo del hijo de Olga y la paciente labor de Juan Carlos Roque, en el libro Cartas de una madre (Editorial Círculo Rojo, España) del cual se leyeron algunos fragmentos.

Cubierta del libro «Cartas de una madre», de Juan Carlos Roque. Foto: https://www.casadellibro.com
El periodista no solo compila, sino que comenta, contextualiza cada misiva para ponernos una Cuba aún desconocida, desde la voz singular, admirable, de una mujer humilde, de una madre cubana que habla desde el amor.
Sea pues, este espacio, el escogido para agradecer a Juan Carlos Roque por esta historia y por la generosidad de compartirla en nuestro Centro Cultural.