Celebrando el Día Mundial de la Poesía
Ya se vuelve costumbre. Cada marzo, cada 21 de marzo (o en las cercanías de ese día), la poesía se adueña de los espacios del Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret.
Desde 1998 la Unesco invita a celebrar el Día Mundial de la Poesía, coincidiendo con el equinoccio de primavera en el Hemisferio Septentrional. La fecha tiene el propósito de “consagrar la palabra esencial y la reflexión sobre nuestro tiempo”; pero en el Centro Claret es apenas un pretexto para reunirse en torno a la palabra y el verso.
Este 21 de marzo, El Patio de los Sueños tuvo entonces una invitada especial: «su majestad la Poesía». Así la presentó José Orpí, poeta, anfitrión del espacio. Y la Poesía irrumpió con toda su magia, lluvia incluida (tan ausente últimamente, tan necesaria siempre), con la luz que suplantó la que faltó en las lámparas fluorescentes; y con mucho público dispuesto a escuchar poesía. ¡Y hay quien dice que ya el verso no convoca!
Con su gracia especial, su complicidad para con los oyentes, Orpí se hizo acompañar de los grandes poetas ausentes (si es que acaso los poetas mueren) —Neruda, Benedetti, la infaltable Dulce María Loynaz—, y de su propia manera de enfrentar el acto poético.
Y como su «majestad la Poesía» estaba presente, se materializó en el arte inmenso de la pequeña Andrea Goicochea Pastó; quien a sus seis años recibió la ovación de los grandes escenarios, el aplauso sostenido, la admiración, la emoción de aquellos que descubrieron en su talento para la declamación, la Poesía hecha flor. Y como gran artista que ya es, miembro de ese excelso proyecto que es el grupo Arcoiris, Andrea supo agradecer al público como las grandes: con más poesía, con más arte.
A esta fiesta de la poesía también se unieron Rosa Rodríguez Miniet (con los versos de Wichy Nogueras), Riset Mineto (desde Guillén y con la sapiencia de José Saramago) y hasta el padre Juventino, párroco y director del Centro Cultural (con una oda a la primavera, desde los versos de Andrés García Motos, en Casteldefel. Barcelona).
La poesía hecha música llegó en las cuerdas y la voz del buen amigo Fito Iglesias, y el trovador Fernando Guerrero. Y hasta Orpí se animó a cantar unos versos musicalizados de César Vallejo. Magia y dones de la poesía.
Ya se vuelve costumbre celebrar el Día Mundial de la Poesía en el Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret. Y no podrí ser de otra manera, porque ya lo dijo (como nadie) Gustavo Adolfo Bécquer
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
- El padre Juventino se animó a leer un poema
- Fito Iglesias y Fernando Guerrero fueron los protagonistas musicales
- Andrea Goicochea, una artista de seis años
- Riset Mineto interpretó los versos de Guillén y José Saramago