La vida misma es poesía

Entrevista concedida por el narrador Manuel Gómez Morales, durante el espacio cultural El Patio de los Sueños

José Orpí Galí (JOG) Según el Diccionario de escritores santiagueros, y más recientemente el Santiago literario, de León Estrada, además de narrador eres poeta, lo cual no nos asombra, pero sentimos curiosidad pues nunca hemos escuchado tus poemas, ni los hemos visto publicados. ¿Temor, estrategia o exceso de humildad?

Manuel Gómez Morales (MGM) Buenas tardes. Agradecido de estar soñando aquí, en este patio, junto a ustedes. Además, es una parada muy alta, como se dice, al saber de los dos antecesores que pasaron por aquí. Agradezco este gesto, y que ustedes estén congregados en este bello lugar.

A esta pregunta yo diría que temor. Respeto a todo ser humano, y en el campo de las letras, a todos los escritores; pero respeto mucho más a los poetas, por la capacidad de decir tantas cosas con pocos recursos. Eso es una virtud muy compleja, sobre todo en estos días en que hablamos mucho y no decimos nada. El poeta dice mucho con pocas palabras, con pocos versos. Además, tiene en su haber una infinidad de recursos, de modos de sugerir, de recomendar; o abrir la palabra, tan polisémica como es; es decir, le da rienda suelta al lector, que el lector escoja su lectura. A veces un poeta trata de imponer una lectura, trata de imponer una manera de decir, de hacer; y no es esa la única que existe en la vida, en el mundo. Porque la vida misma es poesía; cada uno de ustedes es poesía y hacen su poesía en el día, el trozo de vida que le corresponde a cada cual. Por tanto, ratifico que, con toda humildad, declaro que ha sido por temor y porque, entre comillas, me he sentido un poquito más cómodo en la narrativa; me siento suelto, como decimos en el argot literario.

José Orpí (izq) junto a Manuel Gómez Morales (der)

JOG Cuéntase que Fray Luis de León, que vivió en tiempos de la funesta Inquisición, era catedrático de la Universidad de Salamanca, profesión que debió suspender durante cinco años, ya que fue procesado por intentar hacer una exégesis de la Biblia. Al cabo de ese tiempo, regresó al frente de su antigua aula y le dijo a los estudiantes, con total tranquilidad: «Bien, alumnos, como les decía ayer…» ¿Cómo valora Manolo, el ineludible paso del tiempo en su vida como creador? ¿Está satisfecho de las ganancias obtenidas?

MGM El ser humano es un ser insatisfecho. Por tanto formo parte de ese género. Hay satisfacciones, como hay felicidades. He tenido satisfacciones en la vida. He tenido la satisfacción de haber tenido dos buenos padres, que se preocuparon por mi educación y, por lo menos, encauzar lo que pretendía hacer, y me alentaron siempre. He tenido la satisfacción, de los amigos que tengo. He tenido la satisfacción no solamente de los dos hijos que tengo, sino también de los otros hijos, que son los libros publicados; defectuosos o no, pero siguen siendo tus hijos. Sí, porque hay personas que escriben y a la vuelta de veinte años, cuando toman su primer libro publicado lo esconden, no quieren saber de él: “qué pena”, “cómo no fui capaz de haber visto esto”, “qué va, yo no puedo presentar esto en público”. Hay que pensar a la inversa, uno presenta al hijo tal como es, tenga defectos físicos o no los tenga. Yo nunca he pecado en ese sentido; sigo leyendo textos de mi primer libro (Hoja de ruta). No me apena. Ah, que todo es perfectible en la vida, es cierto; pero cada etapa es su etapa, y todo tiene su grado de maduración; no puedes abortar los pasos, no puedes apurarte. Todo a su debido tiempo.

La insatisfacción va porque a esta altura yo pensaba, por ejemplo, tener más libros publicados. ¿Quién no dice eso? Un músico pensaría a esta altura haber tenido publicados más discos. Y así. Un artista plástico pensaría, a esta altura, haber tenido más muestras personales en cada una de las galerías existentes. Pero bueno. Esa es parte de la insatisfacción, y esa es parte de lo que te modela. Esas son metas, y si estás a tiempo de lograrlas, pues lógralas o por lo menos empéñate, enrúmbate y enfócate hacia ese horizonte. La cuestión es seguir caminando. Y como bien dijo un sabio investigador, te acercas al horizonte y cuando crees estar cerca, el horizonte se te vuelve a alejar. Por tanto la vida hay que mirarla así.

JOG ¿Qué significa para Manolo vivir y crear en una ciudad como Santiago de Cuba?

MGM Mucho. En varios momentos he declarado que Santiago de Cuba como ciudad, su entorno, esta ciudad paisaje, la geografía, la topografía, la gente, la diversidad de personas de Santiago, por lo menos a mí me da una riqueza de situaciones, de hechos que puedes transportar y escribir en un papel. La cantidad de personajes, es increíble. No hace mucho yo le decía a Yunier [Riquenes], que es invaluable lo que me ha servido montarme en un camión, porque no sabes el material que escuchas, y ves ahí; y participas pasivamente, en silencio, pero estás captándolo todo. Y después vas y tomas tu libretica, como decía Repilado [Ricardo Repilado], y apuntas la idea rápido; para luego te servirá, si no es hoy, mañana. Y es increíble la galería de personas que observas. Conversaciones que escuchas, que no quieres, pero te obligan, pues hablan tan alto…Por cuestiones laborales siempre tomo muchos camiones a los municipios, y lo he adoptado ya como una forma de placer. Cualquiera diría, «pero bueno, tú eres masoquista, cómo te gusta montarte en un camión». Pero eso hay que observarlo, y luego traducirlo. A lo mejor forma parte de un cuento, o de una novela. O sencillamente se te incorpora a una crónica de vida. Pero es un escenario formidable y que lo he tenido en cuenta. A mí me ha dado resultado.

JOG San Pedro te pide por unos minutos que le cuides su manojo de llaves, porque va a una reunión en el celeste reino. Decides aprovechar la ocasión para abrir la puerta de un misterio que siempre has querido descifrar.

MGM El misterio de la vida.

JOG La Madre Teresa de Calcuta dijo: «Si tienes éxito y te ganas falsos amigos y verdaderos enemigos, lucha de todos modos». ¿De qué modo han influido amigos y enemigos en tu vida y en tu carrera?

MGM Yo voy a declarar algo aquí. Si he tenido enemigos, lo han hecho muy bien. Primero porque han estado muy ocultos y yo he sido muy ingenuo como para no darme cuenta. Segundo, porque tampoco dedicaría tiempo de mi vida a descubrir quiénes son mis posibles enemigos. Y si existieran y los descubro, me ayudarían mucho, porque siempre iría a contracorriente. Esa es mi filosofía.

Los amigos. Bueno, ya hablé de los amigos, lo que descubrí en estos meses. Son más que amigos, son parte de uno.

JOG Cuáles son los sueños que en la vida de Manolo no se han logrado concretar? ¿Aún estás a tiempo de conseguirlo?

MGM Hay una novela por ahí que me está dando un dolor de cabeza terrible. (Risas) No sé si es obsesión, pero debe ser una obsesión bella. Como todo lo complejo es bello, pues estoy obsesionado. Es una novela que está escrita hace cuatro años, y que casualmente en esta etapa la he vuelto a tomar entre las manos. Yo quisiera tener una novela. Hasta ahora lo que he escrito es cuento. Y a mí me maravilla ver a compañeros y amigos de uno, de estas lides, con la facilidad con que escriben la novela. Y eso es digno de admirar. Y yo, entre ceja y ceja, me he impuesto salvar esa novela, porque sé que le falta algo, aunque está terminada.

Otra cosa que me gustaría conseguir…A ver: yo soy de los sesenta; he tenido una vida muy activa como fan de la música de esa época. Y yo quisiera tener, aunque sea restaurada, toda la videografía que se hizo de los Beatles. Y también, tener un espacio, pero no para mí, sino para que vengan mis amigos a dialogar, a conversar. Y que todo sea una mezcla armónica, donde haya poesía, donde alguien ponga un tema de Lennon y McCartney y cuente la historia de la canción; o de momento venga el padre Catasús y haga un solo de guitarra… cosas así. Hay quien me lo ha sugerido, me lo ha pedido. Yo no me lo he propuesto, pero sí es una de mis apetencias futuras.