Que cada uno ordene su corazón: Saludo Navideño

Con la alegría de la proximidad de la fiesta de Navidad les hacemos llegar un saludo fraterno, deseando de corazón que todos se encuentren bien.

Estamos terminando el Adviento, un tiempo de espera y de preparación para vivir mejor la Navidad. Les invito a que aprovechen los días que quedan para disponer bien sus corazones y dar la mejor acogida al Señor que viene a nosotros.

Si recibiéramos un mensaje del cielo diciéndonos que en unos días llega a nuestra casa el Hijo de Dios, seguro que nos pondríamos manos a la obra. Haríamos limpieza de la casa, pondríamos orden en ella, la adornaríamos lo mejor posible y mostraríamos a los demás nuestra alegría.

Que cada uno vea lo que está sucio en su corazón, lo que le separa de Dios, y pida perdón. Dios viene a salvar a los pecadores y les muestra su misericordia con su perdón.

Que cada uno ordene su corazón. No todo lo que hay en él es igual de importante. Tiene que ordenarlo según lo que dice la Palabra de Dios: “Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo”. Si eso no es lo primero, uno va fuera de camino.

Que cada cual adorne su corazón con las virtudes (siendo sencillo, haciendo favores, mostrándose amable y paciente, perdonando…).

¡Que Dios les bendiga! ¡Y que pasen una muy Feliz Navidad junto a los suyos! Y recuerden que las puertas de la Parroquia las tienen siempre abiertas para escucharles, recibirles y ayudarles a que el amor de Dios llegue a sus vidas.

 

Miguel y Rubén

Misioneros Claretianos