Pablo entrando al país de los efesios
Segundo Salón- año 2001
TEMA: EL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES
PABLO ENTRANDO AL PAÍS DE LOS EFESIOS
También muchos de los que creyeron llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho, y muchos que habían practicado la brujería trajeron sus libros y los quemaron en presencia de todos. Cuando se calculó el precio de aquellos libros, resultó que valían como cincuenta mil monedas de plata. Así el mensaje del Señor iba extendiéndose y demostrando su poder.
Hechos de los Apóstoles 19, 18-20
Éfeso era una de las ciudades más importantes del Imperio Romano. Pablo ejerció allí su actividad misionera en varias ocasiones.
Las imágenes del cuadro reconstruyen un pasaje paulino de su misión en tierras dominadas por el politeísmo griego. En Éfeso la presencia de Pablo contra los intereses más profundos, incluso de índole político-económica, de aquellas religiones paganas.
En el cuadro la vista está dominada por un conjunto monumentario de dioses abatidos, cuyas estatuas yacen en ruinas. El carácter del paisaje desolado y lúgubre contrasta con la entrada de Pablo, cuya antorcha es un poderoso símbolo que expresa lo diáfano y luminoso de su mensaje. La figura de Pablo está despojada de atributos sedentarios y de todo acicalamiento. Con su paso firme y una expresión de resignación estoica, lleva por prenda solo la dalmática. Está embellecido con el signo del asceta, el deun ser sumamente espiritualizado y sapiente.
La obra tiene como objetivo evocar el espíritu misionero por medio de un paradigma apostólico, poetizado y romántico, con un incentivo moderno que tenga por gancho la estampa de lo enigmático y peligroso, dos resortes circunstanciales a todo principio aventurero.