Un patio para los sueños de Monseñor Dionisio García Ibañez
Todo un lujo, un verdadero lujo el del recién creado espacio El patio de los sueños, contar con la presencia de Monseñor Dionisio García Ibañez , arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

José Orpí (extremo izquierdo), Monseñor Dionisio y el Coro de Cámara Ángelus, protagonistas de este patio de los sueños
Casi una hora Monseñor Dionisio compartió con el público reunido en el patio del Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret, de la parroquia Santísima Trinidad, bajo la guía del escritor José Orpí Galí, anfitrión de este singular espacio cultural.
Durante ese tiempo conversó sobre diversos temas: desde su trayectoria dentro del sacerdocio; la importancia del Amor en estos tiempos que vivimos; sobre sus sueños para el pueblo de Cuba y, por supuesto, sobre la Virgen del Cobre, Patrona de nuestro país.
De forma amena, afable, como en familia, el Monseñor Dionisio nos llevó por sus años en Niquero, Bayamo, Manzanillo, Santiago de Cuba; disertó sobre las tres virtudes teologales; compartió su visión sobre la Fe, el Amor, sobre lo que es ser cristiano en estos días; sobre la protección del medio ambiente; llegó, sin lugar a dudas, al corazón, a la conciencia de todos los reunidos, que supieron agradecer su gesto de dedicar unos minutos de una tarde, sencillamente para conversar.
Una tarde que comenzó con la magistral actuación del Coro de Cámara Ángelus, que ofreció varias piezas musicales durante la jornada, siempre con derroche de profesionalismo, sentimiento, arte.
A ello se sumó la gracia y picardía de la narradora oral Georgina Soler; el momento dedicado a que algún integrante del público contara sobre sus sueños, y hasta una rifa, con versos martianos incluidos.
Patio de los sueños, del amor, de la amistad; este que ofrece cada tercer martes de mes, el Centro Claret. Un espacio pensado para compartir y que sirve de homenaje al medio milenio de la fundación de la diócesis primada de Santiago de Cuba. Un espacio que ya gana sus adeptos.
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